Al igual que
el personaje de comics-novela gráfica-película
“V de Vendetta”, V con su máscara a lo Guy Fawkes, este blog
servirá como un antifaz para un luchador entregado a la tarea épica de traer de
nuevo a la vida el movimiento crítico literario en Venezuela. Sería muy egocéntrico
decir que soy el único abanderado en esta lucha porque no lo es así, tal vez solo
soy un humilde servidor que solo espera encargarse de aplanar el terreno de lo
que será un espacio donde establecer un debate justo, sano y enriquecedor sobre
las perspectivas de la literatura venezolana en el siglo XXI.
La crítica
como tal, no importa la materia que esta aborde, siempre ha sido mal vista, inclusive
estigmatizada. Si algún escritor llegase a escuchar la palabra “crítica” aunada
a la frase “tu trabajo” toma una posición de terror y escándalo solo semejante
a la de los chicos frente a una inyección; salen despavoridos a ponerse a salvo
y escapar de aquel insufrible dolor. Pero al igual que las inyecciones son
necesarias para contrarrestar o evitar enfermedades, la crítica debe existir
con la finalidad de tener una buena y sana literatura, y al parecer aquí en
Venezuela hace falta una buena dosis de esta.
No siempre la
crítica debe ser adversa, pero si debe ser tan efectiva como la favorable. No
siempre que se critica un libro se esta censurando la lectura del mismo. La
critica literaria es en sí misma una apreciación de un texto, un juicio sobre
lo expresado en el mismo o lo recibido a través de él, lo que entendimos por
medio de este leguaje único y propio que nos ofrece el escritor.
Tal vez se
pregunte usted querido lector, si es que lo hubiese, cuales son las cualidades
o acreditaciones que me colocan en la posición de juzgar de tal o cual forma
una obra. Mi respuesta más sincera y personal a tal respecto sería decir que
por el hecho de que soy un lector. No seré
el más grande y quizás tampoco el mejor, pero si uno muy asiduo, uno que desea
compartir su experiencia, ponerla a la luz, hacerla explícita y permitir el análisis
y discusión sobre la misma. Antonio
Alatorre en sus Ensayos sobre la Crítica Literaria
señala que la frontera entre crítico y lector no existe ya que esta es
invisible. En cualquier opinión, sea literaria o de arte en general, no existe
una vara de medir objetiva. Toda crítica es subjetiva, ya que esta es la
respuesta a una experiencia muy personal. La lectura es tan íntima como un
lunar, un sueño o una fantasía. El punto final de todo texto señala el fin de
la tarea del escritor, pero la de un lector nunca termina allí. La tarea de un
lector puede durar siglos, para eso se nos entregó esta lectura.
Como señalé
antes este blog pretende ser un espacio abierto al debate y la buena crítica, a
estimular y desarrollar este hábito, a hacer crecer este instinto de análisis y
dejar de hojear libros para decir que
pasó por nuestras manos y empezar a absorber sus palabras para sentir que pasó por nuestras manos.
Estamos ante
el despertar de de la sensibilidad en materia literaria en el país. Hoy en día
se producen más obras que hace un par de décadas atrás, pero “más” no
necesariamente tiene que ser “mejor”. Rafael
Vitorino Muñoz apunta que pocos críticos se comprometen a ser
verdaderamente realistas elogiando lo que realmente merece elogio paro también
estando dispuestos a plantear una postura seria, a comprometerse, a no
preocuparse por herir alguna sensibilidad.
Para
despedirme adaptaré una frase de V
muy apropiada para este momento “ Este Blog se lo dedico a la Señora Crítica en honor a las
vacaciones que parece que se esta tomando”.
C.L.V. -1.1
Próxima Entrada: Ciudad Empapelada: Critica a Ciudad
Abandonada en el Fondo de mi Corazón de
Laura Antillano.
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